La Isla de Buda que es una isla marítimo fluvial que conforma uno de los humedales mejor conservados de España, está situada en el extremo oriental del Delta de l'Ebre, y pertenece al municipio de Sant Jaume d'Enveja, en la comarca del Montsià. Con 1.400 hectáreas y unos 5 km. de longitud, es la isla más grande de Cataluña. En su interior se encuentran las lagunas del Calaix Gran y el Calaix de Mar, que son hábitat de un importante número de especies de aves. El papel de la Isla de Buda en el conjunto del Delta del Ebro es básico y privilegiado ya que aquí están representados todos los ecosistemas del delta como son las lagunas, carrizos, salicorniales, bosques de ribera, márgenes fluviales, arrozales y extensas playas con dunas. Las lagunas albergan gran cantidad de aves acuáticas que utilizan esta zona húmeda como lugar de nidificación, hibernación, migración así como para las concentraciones prenupciales y post nupciales. Es también notoria la presencia de comunidades vegetales y piscícolas de excepcional importancia. No resulta difícil comprender que este extraordinario espacio natural sea motivo de orgullo para sus habitantes así como para todo el país. La isla de Buda nos ofrece un marco de naturaleza incomparable, único y singular, un paisaje de gran riqueza biológica que reúne a las comunidades de aves acuáticas más importantes de Cataluña.
La isla de Buda es una propiedad privada compartida con el Departament de Medi Ambient i Habitatge de la Generalitat de Catalunya, y delimitada por los dos brazos del río Ebro en su desembocadura al mar. Además de ser excepcional y única en muchos aspectos, presenta para el viajero un lugar de ocio indudable. Con la gestión de un turismo de bajo impacto se pretende dar a conocer a la sociedad las excelencias de la isla de Buda y su entorno.
La Isla de Buda sólo puede ser visitada a través de la fórmula de turismo rural que se propone.
Se trata de una masía de estilo valenciano construida a finales del siglo XIX, cuando la isla se pobló de colonos y gentes del lugar para cultivar los arrozales. A parte de la vivienda, la masía se compone de una pequeña iglesia y unos almacenes agrícolas. Con esta alternativa de turismo se pretende ofrecer al visitante el hospedaje en la gran masía de la isla de Buda, en la que encontramos tres alturas:
- La vivienda de la planta baja tiene una superficie útil total de 103 metros cuadrados y consta de 5 habitaciones que permiten el alojamiento de 9 personas, dos baños completos y una amplia estancia en la que se encuentran la cocina y el comedor. Además encontramos un garaje y un trastero con una superficie de 310 m2.
- La planta piso dispone de 206 m2 de superficie útil con 6 habitaciones dormitorio distribuidas en dos alas, tres baños completos, un amplio salón comedor, una cómoda sala de estar, y la cocina principal, dotada también de despensa, con una capacidad para once personas.
- Además, la masía presenta una alcoba de unos 150 m2 de superficie con un gran salón que contiene una colección de aves museizada, 3 habitaciones con una capacidad de 6 personas, y 2 lavabos, uno de ellos completo.
El servicio básico es el alquiler de las dependencias equipadas con ropa de cama, toallas y los elementos necesarios para la cocina y los baños, para que los turistas puedan disfrutar de la masía sintiéndose libres de organizarse como mejor les parezca. No se sirven ningún tipo de comidas, por lo que el huésped debe comprar la comida y cocinarla por su cuenta. Excepcionalmente, si se requiere de servicio de limpieza o alguien que cocine, existe la posibilidad de contactar con la masovera. Por lo tanto, el servicio de mantenimiento y limpieza es responsabilidad de los encargados de la finca, que viven cerca de la masía y que contratarán el personal necesario para llevar a cabo las diferentes tareas.
La isla de Buda es el humedal con más riqueza de aves acuáticas de Cataluña y uno de los más importantes de España. Por ello resulta un lugar privilegiado para la observación de las aves, tanto para ornitólogos como para neófitos en la materia. Buda ofrece extensas playas solitarias en las que poder disfrutar del sol y del baño en el mar, en combinación con las aguas fluviales de los ríos Ebro y Migjorn. La agricultura permite conocer las prácticas en el cultivo del arroz como son la plantación, la cosecha y la fauna asociada. En la pesquera de Vicens se muestran las artes tradicionales empleadas durante siglos en las lagunas para la captura de anguilas, lubinas y otras especies comerciales de peces. Son atractivos los paseos por los palmerales y las zonas más arboladas de la isla, especialmente durante las noches de luna llena. Además, al estar ubicada entre el río y el mar, cabe destacar los deportes náuticos, la navegación y la pesca deportiva en todas sus modalidades.
Actividad lúdica en verano y científica en invierno.
El clima y las actividades agrícolas, cinegéticas y pesqueras se ven sometidas a una marcada estacionalidad. En verano los días son largos y soleados, los campos se presentan verdes, y las aves se aparean para reproducirse, momento adecuado para visitar las playas y bañarse, pasear por los caminos y disfrutar de la naturaleza haciendo observación de la flora y la fauna. Los arrozales llenos de vida embellecen el paisaje, ofreciendo combinación de colores y sensaciones muy variadas. El agua se hace presente en los canales y en las acequias de riego. Una explosión de vida lo envuelve todo. Es el momento ideal para disfrutar de las vacaciones. El contraste con el invierno es considerable. Tras la cosecha los cultivos dan paso a los rastrojos, mezcla de agua y barro, lugar escogido por muchas especies de aves para su alimentación. El clima es extremo, frío y ventoso, y la ropa de abrigo se hace imprescindible. Ha llegado el momento de la pesca en las lagunas. El gregarismo de ciertas especies de aves como son las fochas, los patos y algunos limícolas, hace que estos pájaros se agrupen en grandes vuelos y sean más fáciles de observar. Llega también la hora de los ornitólogos, de los censos de aves, de las campañas de anillado aprovechando las migraciones del otoño. En este caso necesitaremos unos buenos prismáticos para identificar las aves, y un cuaderno para recoger las observaciones.
Se pretende mantener un turismo coherente con un lugar no apropiado para masas, naturalista y ecológico. Encajan también en este contexto familias interesadas en disfrutar de la playa y el ocio. Sin salir de la isla los visitantes pueden disfrutar del sol y de las playas, de los paseos a pie o en bicicleta, la práctica del piragüismo, la pesca deportiva en el río y en el mar, la navegación fluvial y marítima, y la observación de las aves. Pueden participar de las labores cotidianas de la agricultura o los preparativos de las artes de pesca, como son el gánguil o la misma pantena. También se pueden conocer aspectos culturales e históricos de la isla y de los pueblos de sus alrededores y sus gentes.
Por la variedad y riqueza cultural, histórica y medioambiental de las tierras del Ebro, fuera de la isla se pueden visitar numerosos lugares. Espacios de interés natural como la Punta de la Banya, la playa de la Marquesa, las lagunas de la Encanyissada y la Tancada, los Ullals de Baltasar, el Parque Natural de los Puertos de Beceite. Se pueden dar paseos en barca por el río Ebro hasta la desembocadura y visitar museos como del de Montsià de Amposta, la Casa de Fusta en Poble Nou, o el ecomuseo del Parque Natural en Deltebre junto al el Centro de Información. También son de interés la ciudad de Tortosa con la majestuosa catedral y el Castillo de la Zuda, actualmente Parador Nacional; la obra hidráulica de l’Assut entre Xerta y Tivenys; las pinturas rupestres de Ulldecona y de El Perelló; poblados iberos de Ulldecona y Tivissa; Benifallet y sus famosas cuevas con espectaculares formaciones calcáreas; la sierra de Cardó donde en 1604 la orden de los Carmelitas Descalzos fundó un monasterio en un destacado paraje natural; la Terra Alta y las bodegas modernistas de Gandesa y Pinell de Brai;...y una larga lista de pueblos, tradiciones, fiestas, y oferta gastronómica. El delta del Ebro nos ofrece un marco incomparable, único y singular con enclaves de gran riqueza biológica y una diversidad ornitológica de valor incalculable que cautivan a los amantes de la tranquilidad y la belleza de sus paisajes.
Toda la belleza de una isla paradisíaca
ARGADEL, S.A.
Avenida de las Golas del Ebro, 263
43580 Deltebre / Tarragona / España
Lunes - Viernes : 10:00 - 17:00 h.
Sr. Guillermo Borés
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